"Duda de todo, encuentra tu propia luz"

jueves, 19 de enero de 2017

Sidarta Gautama, más conocido como Buda Gautama, Sakiamuni, o simplemente el Buda, fue un sabio en cuyas enseñanzas se fundó el budismo. Nació en la ya desaparecida república Sakia en las estribaciones del Himalaya.
    
Fecha de nacimiento: 567 a. C., Lumbini, Nepal.
Lugar de muerte: Kushinagar, India.
Hijos: Raula.
Padres: Maya, Śuddhodana
Primo/prima: Ananda, Nanda

¿Qué es un buda?
Buda es una palabra sánscrita que significa "el que despertó". Éste es el término que se le asigna al fundador del budismo. Él no era un dios ni era un profeta ni un mesías.

El Buda nació como un ser humano normal que, a través de su esfuerzo, alcanzó un estado de perfecta sabiduría y completa sensibilidad hacia todo lo que existe. Dicho en otras palabras, él despertó a su propio potencial y a la naturaleza verdadera del mundo que le rodeaba.

A este estado tradicionalmente se le denomina "Iluminación" y es la esencia de la enseñanza budista. Todas sus doctrinas y prácticas están hechas para ayudar al ser humano, hombre o mujer, a llegar a su propio potencial de Iluminación.

Desde los tiempos del Buda muchos otros hombres y mujeres también han alcanzado el estado de iluminación, sin embargo, el título de "el Buda" se reserva generalmente para el pionero, Siddharta Gautama, el hombre que descubrió el sendero a la iluminación y que indicó el camino para que otros lo siguieran.


Niño Rico Insatisfecho
Siddhartha Gautama nació alrededor del año 560 AEC (antes de la Era Común) en una familia aristócrata y próspera del clan shakya, en lo que ahora es Nepal, al norte de la India. Algunas tradiciones indican que su padre era el rey de los shakyas y, aunque quizás esto no sea cierto, desde un punto de vista histórico parece ser verdad que en su niñez y juventud Siddhartha tuviera una vida de opulencia. Probablemente era una existencia de lujos sin muchos límites: manjares, ropa elegante y muchos sirvientes, lo cual, en el contexto de la India de los Himalayas de ese entonces, era semejante a un paraíso terrenal. A pesar de todo él no era feliz. Los placeres que lo rodeaban solo servían para que contactara con la insatisfacción y para provocarle un intenso deseo de encontrar algo que tuviera un sentido más profundo.

Paralelos actuales con la vida temprana de Siddhartha
Esto puede resultarle familiar a muchas personas en Occidente, donde las necesidades materiales son satisfechas de una manera relativamente fácil y donde las oportunidades para el ocio y la diversión serían la envidia de generaciones anteriores. No obstante, si observamos la cara de la gente que encontramos por las calles de cualquier ciudad occidental nos daremos cuenta que esta prosperidad no trae la felicidad automáticamente. Como Siddhartha, muchos de nosotros descubrimos que una vida dedicada sólo a satisfacer deseos materiales es vacía y poco satisfactoria.


La renuncia
La insatisfacción que sentía Siddhartha en su vida de lujo alcanzó un límite. A los veintinueve años decidió dejar su hogar familiar y su vida de comodidades para convertirse en errante en busca de la verdad, llevándose consigo únicamente su tazón para mendigar y unos sencillos hábitos.


El fermento religioso de la India antigua en la Era Axial
El mundo al que salió Siddhartha era bastante primitivo, comparado con nuestro mundo actual, sin embargo era mucho más rico, en un sentido filosófico y espiritual, que el mundo moderno occidental. Las escrituras budistas tempranas dan la impresión de que había una sociedad con un profundo interés por las cuestiones fundamentales de la existencia. Había un gran número de maestros de meditación, abundaban las escuelas de filosofía y los debates religiosos eran una especie de deporte popular con un muchos espectadores. Esto no sólo pasaba en India sino en Grecia, China, Persia y en Medio Oriente. A este fermento tan concentrado de genio humano en el mundo se le ha llamado la Era Axial. Dentro de esta atmósfera, Siddhartha anduvo errante seis años, meditando y aprendiendo de los más famosos maestros del norte de la India, con una admirable determinación por encontrar lo que sentía que le había faltado en su vida anterior.

Más de la mitad de la población mundial vive en países que han recibido una gran influencia de las ideas y prácticas budistas. Sin embargo, desde los tiempos de Buda -quinientos años antes de la aparición del cristianismo- hasta mitad del siglo XX en Occidente no se sabía casi nada acerca del Budismo.


El Budismo se extiende a occidente 
No obstante, a mediados del siglo XX esta situación empezó a cambiar, y se dice que hoy en día el budismo es una de las religiones que con más rapidez se extiende en Occidente.


El Budismo
¿Qué es el Budismo? Normalmente consideramos que la religión es creer en Dios, o mejor dicho, en creer en cualquiera de sus manifestaciones divinas; sin embargo, en el Budismo no se habla de Dios alguno. 
De esta forma la cuestión que se pregunta es si el Budismo se trata de una religión o si se trata sencillamente de una filosofía -una visión particular del mundo, con pautas de comportamiento ético-, o si por el otro lado es más bien una especie de psicoterapia, una manera de comprendernos a nosotros mismos y afrontar los dilemas que la vida nos plantea. En cierto modo el budismo abarca todo esto y al mismo tiempo incluye mucho más.


Un sendero de comprensión directa 
El budismo invita a reconsiderar las ideas preconcebidas sobre la religión. Se ocupa de las verdades que van más allá de lo puramente racional, revelando una visión trascendental de la realidad que en su conjunto sobrepasa todas las categorías usuales de pensamiento. El camino budista es una forma de entrenamiento espiritual que con el tiempo lleva a una comprensión directa y personal de dicha visión trascendental. 


El sendero empieza desde nuestro propio potencial 
Todos tenemos la capacidad de ser más despiertos, más sabios, más felices y más libres de lo que normalmente somos. Tenemos la capacidad de penetrar directamente en la esencia de la realidad, de llegar a conocer las cosas tal como son. Las enseñanzas y métodos del Budismo tienen eso como un objetivo final: posibilitar la comprensión plena de nuestro propio potencial. 



La expansión del Budismo en el mundo
A lo largo de su larga historia, el Budismo se extendió a todos los países de Asia. Allí donde aparecía, la interacción entre la cultura indígena local y las nuevas enseñanzas que provenían del Buda causaban profundos efectos en las dos. En muchos casos el Budismo dió lugar a un renacimiento cultural en estas culturas a las que llegaban. En algunas situaciones, como ocurrió en el Tibet, se convirtió incluso en heraldo de la cultura. A medida que el Budismo se extendía, experimentaba a su vez cambios y llegaba a adaptarse a las circunstancias culturales específicas de cada zona, esto para así poder expresar sus principios directamente. Así, actualmente distinguimos los budismos de Sri Lanka, Tailandia, Birmania, Vietnam, Camboya, Laos, Nepal, Tibet, China, Mongolia, Rusia y Japón (incluso algunos historiadores creen, a partir de recientes hallazgos arqueológicos importantes, que países de medio oriente tuvieron también en su historia un periodo budista), y dentro de estos podemos observar una amplia y desconcertante variedad de tradiciones, escuelas y subescuelas. La pregunta que surge es cuál, de entre todo este abanico, es el verdadero Budismo y a su vez qué tienen en común todos estos enfoques diferentes. 


El elemento común de todas las escuelas budistas
Lo que la mayoría de ellas tienen en común es su origen ancestral. Todas ellas son ramas, hojas y flores que han crecido a partir del tronco del primer budismo indio. Todas ellas contemplan la figura de Buda y aceptan y presentan sus enseñanzas originales, aunque a la vez destacan puntos diferentes. 


El Buda como origen de todo el Budismo
Para entender los fundamentos del Budismo es necesario aproximarse a Buda lo más posible. Una forma de hacerlo consiste en estudiar los primeros textos donde aparecen sus diálogos y ver qué aspectos resultan todavía relevantes para nuestra vida. Esto no quiere decir, que tengamos que rechazar interpretaciones de escuelas posteriores, si no de acercarnos al buda histórico. 


Los budistas actuales son herederos de todo el Budismo

Hoy en día los budistas occidentales son herederos de toda la tradición budista. Pueden admirar, respetar y hacer uso práctico tanto de los elementos del Budismo Soto Zen japonés como de los del Budismo Vajrayana tibetano o del Theravada tailandés. 

Sin embargo para poder comprender la tradición en su conjunto hemos de volver siempre a sus raíces, a la experiencia desde donde surgió todo el budismo.

"Igual que el gran océano tiene un sólo sabor, el sabor de sal. También mis enseñanzas tiene un sólo sabor, el sabor de la libertad". Buda.